Con apenas un lustro de creación como municipio, Puerto Morelos vive una inseguridad creciente, endeudamiento por créditos pero con funcionarios y exfuncionarios millonarios.

Lo que mal inicia, peor termina. La era de Laura Fernández Piña en Puerto Morelos está plagado de infinidad de irregularidades, desde el incremento de inseguridad, poca transparencia en sus finanzas y la herencia de una deuda por créditos contratados en sus administraciones.
Además su gobierno se caracterizó por la represión y excesos gubernamentales, Puerto Morelos vivió las grandes mentiras y corruptelas de la hoy diputada verde Laura Fernández, un municipio que padece del desvío de recursos y nula protección ecológica.
Y la cereza del pastel, la puso la presidenta municipal interina Ana Luisa Betancourt Canul, que antes de entregar el gobierno a Blanca Merari Tziu Muñoz dispuso de 3 millones de las arcas municipales para auto otorgarse un bono de 500 mil pesos y darles otra cantidad similar a cinco miembros del Cabildo en fuga: Gelmy Lucina de la Candelaria Uribe Estrella, Elda Leonor Cahuich Fuentes, Mario Alberto Alvarado Alvarado Villarreal, Sergio Alberto Rodríguez Carcaño y Miguel Angel Zetina Cuevas.
Pobre de Puerto Morelos, con apenas cinco años de creación como municipio y con autoridades millonarias en las primeras gestiones al frente de la administración portomorelense.