Por Román Martínez
Un súper concierto navideño interpretó la Orquesta Sinfónica de Cancún, que dirige, Gerardo Tlapa, con el que cerró su temporada del 2018, con 50 músicos y un coro de 50 cancunenses, dirigidos por Noé Garrido, que hicieron cantar al público y a familias con sus hijos, pidiendo la tradicional posada, en el que se entregaron reconocimientos a los patrocinadores que hacen posible que exista este maravilloso grupo de profesionales de diferentes países que viven y tocan en esta ciudad.
Similar al que cada año se transmite a 73 países, visto por 50 millones de personas, principalmente con composiciones laicas y religiosas de Johan Strauss, fue como se realizó el noveno y último concierto de la Sinfónica de Cancún, con tres cuartas partes del teatro lleno, en una noche buena de amor y paz, en el que se cantó el villancico de hace 200 años, en velada en la que destacaron las voces de los solistas Laura Chuc y Christian Pappas.
“Todo ha demostrado que somos la Orquesta de Cancún no solo por el nombre, sino por la comunidad de músicos, cantantes, coros y sobretodo aficionados, una comunidad que está creciendo alrededor de la Orquesta”, afirmó el Presidente del Patronato para la Cultura y las Artes de Cancún, Manuel García Jurado.
Paloma Herrero, del Teatro de Cancún; Mauricio Guerrero, de la Universidad La Salle; fundación Oasis, Patricia Sandoval; Ricardo Medina, de farmacias Similares, grupo Best Day, despacho de Alberto Rocaber, entre otros, recibieron reconocimientos, por todo el apoyo que han dado en esta temporada y las anteriores y esperan también en las próximas, ya que la Orquesta ha crecido en calidad y músicos, cuyo director es el maestro Gerardo Tlapa y Noé Garrido director de varios coros de Cancún.
Para el programa 2019, dijo Servando Acuña, integrante del Consejo directivo, empezarán en febrero, el teatro de Cancún seguirá siendo la casa y la invitación está abierta para que los cancunenses sigan disfrutando de muy buena música interpretada por rusos, cubanos, chechenos, hungaros y profesionales de de diferentes ciudades del país, que viven en Cancún, Puerto Morelos y Playa del Carmen
El concierto resultó muy interesante, familiar y emotivo porque se evocó la tregua entre tropas enemigas, en la segunda guerra mundial, en señal de amor y fraternidad, en medio de una lucha encarnizada que cobró miles de vidas de ambos bandos.