Humillan al américa

Santos mandó al América a la lona, tras el brutal 4-1 en la semifinal de ida del Clausura 2018.

De aquí al domingo una vez más se hablará de la historia de remontadas azulcremas, pero el resultado fue tan contundente que lo que ocurra en el Estadio Azteca tendrá que rayar en el milagro.

Y apenas hace unas semanas no pudieron hacer lo propio contra el Toronto en la semifinal de la ‘Concachampions’.

El exazulcrema Osvaldito Martínez, Julio Furch con un doblete y Edwuin Cetré maltrataron al Águila, pero también el aparato defensivo azulcrema, que tuvo una noche de pesadilla en el Estadio Corona.

Si a eso se le agrega el penal que falló Jérémy Ménez al 44’ y que pudo ser el empate a dos, la escena de terror es más completa; sólo Cecilio Domínguez pudo vulnerar al cuadro lagunero, y eso por el yerro de Jonathan Orozco.

América propuso un partido de fajadores, pero no supo conectar buenos golpes y en cambio recibió bastantes. En los dos primeros goles, de Osvaldito y Furch, hubo escenas comunes: una defensa displicente y un Marche mal posicionado.

Aun así, las Águilas se las habían ingeniado para empatar a uno, en una acción precedida de un fuera de lugar complicado para el asistente, pero el mayor error fue del portero Orozco al no calcular bien la trayectoria de la pelota.

Después del error de Ménez, en el complemento los visitantes mantuvieron la agresión contra el marco rival, con el problema de que Oribe Peralta vive un pésimo momento como definidor y hasta abanicó en una ocasión la pelota. El “Cepillo” perdonó en un remate de palomita antes de que Santos pegara de nuevo.

Cuando los americanistas más presionaban llegó el error de Bruno Valdez, quien no supo cómo cortar el esférico tras un centro por derecha, bien aprovechado por Furch para el tercero de la noche, al 54’.

Los capitalinos se lanzaron con violencia al ataque, una propuesta que exigía perfección en la zaga, imposible porque Edson permitió que Furch le ganara un cabezazo y la pelota pasó entre Paul Aguilar y Valdez, cómoda para que Cetré venciera a Marche.

Mientras Cecilio Domínguez y Renato Ibarra se quedaron cerca de un tanto que hiciera menos riesgosa la vuelta, Marchesín evitó goles cantados de Furch y Brian Lozano. Una vez más el América apela a su historia de gestas, pero el problema es que enfrente están unos Guerreros que mucho saben de hazañas.