* Los gobiernos corruptos del PRI hicieron del diezmo algo legal e institucional. La realidad es que es, literalmente, un robo al erario. Las empresas que son beneficiadas con licitaciones de obras públicas o proveer de algún producto o servicio al gobierno, tienen que inflar sus costos para sacar el dinero que le dan a los funcionarios de gobierno como pago por la licitación.