El calvario de un pueblo de EU invadido por buitres

* Desde hace más de un año los residentes de Bunn intentan ahuyentarlos para que dejen de contaminar y destruir viviendas y autos con sus desechos

En Carolina del Norte, Estados Unidos, los vecinos de Bunn, un pueblo de 344 habitantes, llevan más de un año asediados por decenas de buitres que han resistido a todos los intentos de dispersión y han destruido propiedades.
Estos pajaros de unos 60 centímetros de alto, cubiertos de plumas color marrón oscuro y descriptos como “elegantes en vuelo” pero “torpes en el suelo”, llegaron a la pequeña localidad a fines de 2020 y demostraron que están determinados a quedarse allí, para preocupación de las familias residentes.
Según un reporte del diario regional The News and Observer, entre los lugares habituales de estos carroñeros se encuentran un instituto, una torre de telefonía móvil, un restaurante chino y la casa de un desafortunado residente, Ally Leggett, a quien le destrozaron la chimenea. “Este fin de semana, estaban allí arriba pululando”, contó el vecino al periódico, refiriéndose al tejado de su hogar. “Vuelve locos a mis perros”, advirtió Leggett, quien ha contado hasta 58 buitres en su propiedad, donde se instalan con una presencia inquietante que vigila a los ciudadanos de Bunn.
La prensa local afirma que son buitres de pavo o buitres negros, ambas especies protegidas en EEUU, y generalmente son vistos en grupos de 20 o más por distintos sitios de Bunn “esparciendo excrementos como si dejaran tarjetas de visitas líquidas”, según el News and Observer.
Otra molestia es la toxicidad de sus heces. “Debido a la calidad y cantidad de comida que manejan sus sistemas digestivos, son necesarios fuertes ácidos estomacales”, escribió Schlosser, y remarcó que esa acidez puede arrancar, por ejemplo, la pintura de un coche en poco tiempo.