Caminaba por las calles y encontró un “bálsamo” para sus heridas

“Con golpes y gritos”, así empecé a sufrir de violencia, dijo María, una joven mujer que empezó a notar que había un cambio en su pareja derivado del consumo de bebidas alcohólicas aunado con maltratos físicos y psicológicos.
“Él llegaba con exigencias, quería su comida lista y todo limpio, de lo contrario me gritaba y me pegaba, al igual que a mi pequeño hijo, yo no decía nada, ni siquiera a mi familia, después me di cuenta de todo lo que me estaba afectando”, dijo.
Pero desde hace unas semanas su vida cambió, al ingresar al Centro de Prevención de la Violencia Contra la Mujer y Personas en Situación de Vulnerabilidad (CEPRVIM), un lugar que halló cuando “caminaba por la calle y vi un letrero que decía que apoyaban a mujeres maltratadas”. Ya sonríe, ahora sabe que todo aquello que vivía con su pareja no era adecuado.
El CEPRVIM oficinas cuentan con espacio de atención psicológica, asesoría jurídica, servicio médico, talleres de música y capacitación en diversos temas, además reforzarán las acciones para prevenir la violencia familiar y de género a través de estrategias integrales para identificar factores de riesgo, fomentar la equidad de género y crear entornos libres de violencia.
En el centro no solo ayudan a las mujeres, también hay hombres que asisten en busca de ayuda, así que todas esas personas que sufren violencia no están solos, ahora está en CEPRVIM que se encuentra en la Supermanzana 101, con horarios de 8:00 am. a 8:00 pm, entre las rutas 4 y 5.