Animales se comen entre sí o mueren de hambre en Venezuela

Dos pumas con los huesos pegados a la carne le pusieron rostro al drama de un zoológico del oeste de Venezuela, donde varios animales han muerto por falta de comida, mientras otros sufren desnutrición severa.

Patos, cerdos y cabras han tenido que ser sacrificados para alimentar a otras especies en el zoológico metropolitano de Zulia, cerrado a visitantes a mediados de febrero tras conocerse sobrecogedoras imágenes de fieras hambrientas. La crisis venezolana azota también a estos animales.

Un león africano, un tigre de bengala, un jaguar, varios cunaguaros y aves rapaces, todos carnívoros, engrosan la lista de desnutridos, dijeron recientemente trabajadores del parque, situado en el municipio de San Francisco.

Pero los pumas -rescatados del tráfico de fauna- presentan el cuadro más grave. Sus fotos difundidas por el diario local Panorama causaron alarma.

Ambos estaban confinados como mascotas y llegaron malnutridos, se recuperaron, pero con esta crisis retrocedieron, pareciera que se hubieran encogido, añadieron las fuentes.

El país petrolero encara una severa escasez de alimentos y medicinas, y una hiperinflación -que en 2018 podría escalar a 13 mil por ciento, según el FMI-. “Los zoológicos no escapan de la crisis”, admitió una autoridad, que dijo no tener “autorización para declarar a la prensa”.

Un macho y una hembra del cóndor de los Andes nacidos en cautiverio y trasladados al parque para un plan reproductivo que busca salvar la especie de la extinción, también pasaron semanas sin comer adecuadamente.

Es el ave voladora más grande y pesada del mundo -alcanza hasta 3.3 metros de envergadura- y está en “peligro crítico” por la cacería y “el uso extendido de agroquímicos”, reseñó el Libro rojo de la fauna venezolana. Quedan unos pocos ejemplares en estado silvestre.

El hambre llevó a dos caricares encrestados (aves rapaces) a comerse a su compañero de jaula.

 

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