Alito construye desde la dirigencia del PRI una candidatura sin futuro

*El PRI cerró el año pasado no sólo con el anuncio de su reconversión a una fuerza política de centro-izquierda, también lo hizo con el destape de su dirigente nacional, Alejandro Moreno Cárdenas, mejor conocido como Alito, para el proceso presidencial de 2024, en el cual busca abanderar al bloque opositor con el PAN y PRD, que él mismo impulsó, y en el cual no lleva la voz de mando.

“La democracia da oportunidades inmerecidas a personas desleales […] Ni una Embajada, ni los sobornos, ni chantajes bastarán para mirar de frente a la Nación que ha traicionado”.
Con este mensaje rompió Alejandro Moreno Cárdenas, mejor conocido como Alito, con el Diputado Carlos Miguel Aysa Damas por su respaldo a la Reforma Eléctrica, en la más reciente muestra de cómo se ha conducido en la dirigencia del tricolor, donde por delante de los resultados ha priorizado la mano dura dentro de la militancia, como lo demostró con la expulsión de Quirino Ordaz Coppel, luego de que el exgobernador de Sinaloa aceptara la Embajada de México en España.
El respaldo de Carlos Miguel Aysa Dama a la Reforma Eléctrica significó un duro golpe a Alito. El legislador tricolor es hijo de Carlos Miguel Aysa González, quien lo sustituyó en el Gobierno de Campeche cuando llegó a la dirigencia del tricolor y que al igual que Quirino le fue otorgada una Embajada —en este caso en República Dominicana— por parte del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
En cada uno de los casos en los que las filas priistas han manifestado su cercanía con el Gobierno federal, Alejandro Moreno Cardenas ha amagado con expulsarlos del partido que dirige y desde ese escaparate se ha destapado para el proceso presidencial de 2024, en el cual busca abanderar a la alianza opositora, integrada por los partidos Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), que él mismo impulsó, pero en la cual no lleva la voz de mandó, la cual le ha correspondido al blanquiazul, que a la fecha es la segunda fuerza política en el país.
“Fueron autoridades emanadas del PRI, por lo que su militancia está sujeta a los estatutos del Partido. De aceptar la propuesta del Gobierno de Morena estarían incumpliéndolos, provocando sanciones internas incluida la expulsión”, escribió Alito el pasado 17 de enero, luego de conocerse la nominación de los exgobernadores Carlos Miguel Aysa González y de Claudia Pavlovich a cargos diplomáticos.
La construcción de una candidatura desde la dirigencia del partido es una vieja fórmula conocida en el bloque opositor. En el proceso de 2006 fue la ruta que empleó Roberto Madrazo Pintado para contender en la elección presidencial de ese año, en la cual quedó rezagado en el tercer lugar con 9.3 millones de votos. Y en la antesala de 2018, la replicó Ricardo Anaya Cortés para competir por la Presidencia, una contienda que perdió y en la que consiguió 12.6 millones de votos. En ambos casos las aspiraciones personales trajeron ruptura dentro del PRI y del PAN. Moreno Cárdenas ha enfrentado críticas dentro del priismo por la manera en la que ha manejado al partido. A gobernadores como Alfredo del Mazo Maza (Edomex), Alejandro Murat Cárdenas (Oaxaca) u Omar Fayad Meneses (Hidalgo) se les ha visto más cerca del Presidente López Obrador que de su dirigente de partido.