No está claro cuánto tiempo pasó, pero no fue mucho. Al verla allí, completamente indefensa, un hombre decidió aprovecharse. Sin ningún escrúpulo, se acostó encima y empezó a besarla.
El abusador estuvo varios minutos así, haciéndole de todo a su víctima, que apenas podía mover la cabeza. En todo momento hubo decenas de personas alrededor, que iban y venían sin decir nada.
Un par de mujeres se acercaron, intercambiaron alguna palabra y luego se fueron. Algunos decidieron quedarse, pero para filmar la grotesca escena. El abuso concluyó cuando intervinieron dos empleados de seguridad privada, que le pidieron al hombre que se levante y deje tranquila a la joven.
La indiferencia de las personas ante el sufrimiento de desconocidos en la calle es un fenómeno cada vez más recurrente en distintas partes del mundo, y se suma a otro: la desesperación por filmar todo lo que ocurre. En los últimos meses se han conocido numerosos videos que muestran a gente pasando por delante de víctimas que acababan de sufrir accidentes o que estaban pasando por alguna situación extrema, y sin embargo no hacían nada por asistirlas.