Aunque el aspirante y todo el PRI eche la culpa a los mercados internacionales, fue el propio Meade quien firmó el documento.
Por más que Meade se quiera deslindar de su responsabilidad en el gasolinazo que se vive y que afecta a la inflación en el país, no puede, porque de facto, él, como secretario de Hacienda, realizó la Ley de Ingresos 2017, en la que se previó el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), que deriva en el alza de las gasolinas.
La utilización de ese impuesto se aprobó, además, por encima de varias propuestas que contemplaban su eliminación.
El IEPS es un impuesto que el gobierno cobra por cada litro de gasolina vendido, se trata de un monto fijo que incluso, no toma en cuanta los demás precios que componen el costo de las gasolinas. Sin embargo, de no ser utilizado para conformar la Ley de Ingresos, el impuesto ni siquiera se habría cobrado.
Pese a ello, José Antonio Meade dijo el martes pasado que “el precio de a gasolina se determina internacionalmente y fluctúa con las condiciones del costo”.
Sin embargo, los precios del petróleo, elemento principal para la creación de gasolina, han bajado en varias ocasiones, sin que derive en la baja del combustible en el país. Al contrario aquello ha determinado una mayor tasa de inflación y escalada en los precios de todos los demás servicios y productos.
Tan sólo hace unos días, Andrés Manuel López Obrador instó a Meade a explicar por qué aprobó el aumento de las gasolinas, a lo que el priista ha contestado con evasivas.