*Tanto Washington como Beijing han elevado el escrutinio a los flujos de inversión que entran y salen de su jurisdicción, en otra arista de la tensión comercial que viven el país norteamericano y el asiático.
La Inversión Extranjera Directa (IED) de China en Estados Unidos ascendió a sólo 1,800 millones de dólares en los primeros cinco meses del 2018, lo que significó una baja interanual de 90% y el nivel más bajo en siete años, de acuerdo con Rhodium Group, una firma estadounidense de investigación económica.
Los datos, difundidos por el Congreso de Estados Unidos, muestran que el número de transacciones también cayó desde un promedio de 84 transacciones en el periodo 2014-2017 a 39 transacciones en los primeros cinco meses de 2018.
La inversión desempeña un papel importante en los lazos comerciales entre Estados Unidos y China.
Según Rhodium, después de alcanzar un récord de 46,000 millones de dólares en el 2016, la IED china en Estados Unidos cayó a 29,000 millones en el 2017, debido en parte al escrutinio intensificado de Beijing de los flujos salientes y las revisiones regulatorias más estrictas de las adquisiciones chinas de entrada a través del Comité de la Inversión Extranjera en los Estados Unidos (CFIUS), el principal organismo gubernamental responsable de revisar las adquisiciones extranjeras de empresas estadounidenses por riesgos de seguridad nacional.
La Oficina de Análisis Económico (BEA, por su sigla en inglés) es la principal agencia del gobierno que informa sobre los flujos de IED desde y hacia Estados Unidos, lo que se hace sobre una base de balanza de pagos.
China también ha invertido en varias empresas, proyectos y diversas empresas estadounidenses que no cumplen con la definición estadounidense de IED y, por lo tanto, no se reflejan en los datos de BEA.
La inversión de China en activos estadounidenses se puede dividir en varias categorías, incluidas las tenencias de valores estadounidenses, la IED y otras inversiones no vinculadas.
El Departamento del Tesoro define las tenencias extranjeras de valores de Estados Unidos como “valores estadounidenses propiedad de residentes extranjeros (incluidos bancos y otras instituciones), excepto cuando el propietario tenga una relación de inversión directa con el emisor estadounidense de los valores”.
Los estatutos de Estados Unidos definen la IED como “la propiedad o control, directa o indirectamente, por un residente de 10% o más de los valores con derecho a voto de una empresa comercial estadounidense incorporada o el interés equivalente en una empresa comercial no constituida en Estados Unidos, incluida una sucursal”.
A medida que China avanza para reducir el apalancamiento de sus conglomerados privados fuertemente endeudados, muchas empresas chinas se ven obligadas a vender sus activos en el extranjero para pagar préstamos.
Como resultado, las empresas chinas están desinvirtiendo sus activos en Estados Unidos a un ritmo sin precedentes: en los primeros cinco meses del 2018, los inversores chinos vendieron activos estadounidenses por 9,600 millones de dólares, con otros 4,000 millones de dólares de ventas pendientes.
En términos netos, los flujos de IED a Estados Unidos en ese periodo son negativos en 7,800 millones dólares. El sector salud y biotecnología se convirtió en el principal destino de la IED china en Estados Unidos por primera vez, liderado por la adquisición que hizo la compañía médica china Shandong Weigao de Argon Medical Devices por 850 millones de dólares. Los bienes raíces y hotelero siguieron siendo el segundo mayor receptor de IED china.