Putin llama a reforzar la capacidad defensiva de Rusia ante las amenazas externas

 El presidente de Rusia, Vladímir Putin, instó a las Fuerzas Armadas a fortalecer la capacidad del país para hacer frente a las amenazas externas.

“La consolidación de la capacidad defensiva y de la seguridad nacional (…) frente a las amenazas externas fueron y serán nuestras tareas más importantes”, dijo Putin en una reunión con los altos mandos del Ministerio de Defensa.

El mandatario indicó que el liderazgo político y todos los ciudadanos del país entienden perfectamente la importancia de esta tarea.

El presidente resaltó también el avance de la modernización de todas las ramas de las Fuerzas Armadas en 2018.

“Todos los tipos de tropas han tenido un desarrollo equilibrado (…) y se equiparon con armas y material militar avanzado”, remarcó.

El jefe de Estado apostó por las altas tecnologías y la inteligencia artificial.

“Las tecnologías digitales, la inteligencia artificial, los robots, los sistemas no tripulados deben ser la prioridad en el futuro de nuestras Fuerzas Armadas”, dijo.

El presidente subrayó que Rusia ha dado un paso gigantesco para garantizar su seguridad.

En este ámbito, agregó, “debemos ser rigurosos y para ello tenemos recursos suficientes que destinamos para la defensa y la seguridad”.

Putin agradeció al Ministerio de Defensa y a todos los militares por el trabajo hecho en 2018.

Pidió además consolidar el próximo año los éxitos logrados.

Armas innovadoras

El presidente también agregó que el porcentaje de las armas innovadoras en la tríada nuclear rusa ascendió al 82%.

“Se ha fortalecido de manera significativa la tríada nuclear que desempeña un papel clave para mantener la paridad global, el porcentaje del armamento innovador se sitúa en el 82%”, dijo.

El mandatario ruso evocó el inicio de la producción en serie de los sistemas de misiles Avangard, los ensayos exitosos de los misiles balísticos intercontinentales Sarmat, así como la puesta en servicio operacional de los misiles hipersónicos Kinzhal y de los cañones láser Peresvet.

“Estas armas aumentan considerablemente las capacidades del Ejército y de la Armada rusa, garantizando de esta manera la seguridad de Rusia para las próximas décadas, refuerzan el equilibrio de las fuerzas y, como consecuencia, la estabilidad en el mundo”, agregó.

Putin destacó que las armas innovadoras, como los misiles supersónicos Kinzhal, permiten a Rusia mantener el equilibrio de fuerzas con otros países, incluido EEUU, pese al desequilibrio de entre los presupuestos de defensa de uno y otro país.

Vladímir Putin apuntó que en 2019 Rusia continuará fortaleciendo el potencial de combate de las fuerzas nucleares estratégicas.

El presidente ruso constató que el presupuesto de defensa de Estados Unidos asciende a 725.000 millones de dólares, mientras que Rusia gasta 46.000 millones de dólares y prevé reducir esos gastos en términos porcentuales.

“Vemos disparidad en la financiación entre las principales potencias militares”, subrayó.

A su vez, el ministro de Defensa de Rusia, Serguéi Shoigú, advirtió que el presupuesto militar de Estados Unidos seguirá creciendo en 2019 y será equiparable al del resto de los países del mundo.

“El presupuesto militar estadounidense aumentará el año que viene de 707.000 millones de dólares a la cifra récord de 725.500 millones, lo que es comparable a los presupuestos militares de todos los demás países del mundo”, dijo.

Tratado INF

Según Vladímir Putin, Rusia tomará medidas adicionales para reforzar su seguridad nacional si Estados Unidos se retira del Tratado de Eliminación de Misiles de Corto y Medio Alcance (Tratado INF).

“En caso de rotura del tratado por parte de EEUU, como he dicho ya públicamente y considero necesario reiterar, nos veremos obligados a tomar medidas adicionales para reforzar nuestra seguridad”, recalcó el jefe de Estado.

El plan estadounidense de abandonar el Tratado INF causa una gran preocupación, reiteró Putin.

“Este paso tendrá consecuencias de lo más negativas, debilitará de forma palpable la seguridad global y regional, y en un futuro podríamos enfrentarnos de hecho al deterioro o incluso destrucción de la arquitectura del control de armas en su totalidad”, alertó.

El presidente ruso defendió el papel de este acuerdo, firmado hace más de tres décadas por Moscú y Washington, para la estabilidad global.

“Pese a todo lo que se le pueda reprochar, en las condiciones actuales desempeña un papel estabilizador y permite mantener cierto nivel de previsibilidad y moderación en el ámbito militar”, argumentó Putin.

Al mismo tiempo, el mandatario reconoció que existen “ciertos problemas con este acuerdo”, y es que, aparte de EEUU y Rusia, no cuenta con la participación de ningún otro país que tiene en sus arsenales misiles de alcance medio y más corto.

“¿Pero acaso hay algo que impida empezar a negociar su adhesión [de otros países] al tratado vigente? ¿O proceder a debatir los parámetros de un nuevo acuerdo?”, se preguntó Putin.

Además, el mandatario destacó que los nuevos misiles de Rusia no violan el Tratado INF.

Confirmó que Rusia sí que había comenzado a fabricar nuevos misiles aéreos de alcance medio, pero subrayó que “no violan el Tratado de Eliminación de Misiles de Corto y Medio Alcance”.

Asimismo, Putin explicó que en realidad el tratado firmado en 1987 por la URSS y EEUU significó el desarme unilateral de la Unión Soviética porque, según el documento, se prohibieron los misiles terrestres balísticos y de crucero con alcance de entre 500 y 5.500 kilómetros.

Washington ya tenía misiles que se lanzan desde buques y aviones, mientras la URSS solo contaba con los terrestres.

“Desde el punto de vista de la URSS, fue un desarme unilateral, solo Dios sabe por qué el Gobierno soviético accedió a hacerlo”, dijo.

Sin embargo, el mandatario ruso destacó que para su país no será difícil llevar a cabo trabajos de investigación y desarrollo y fabricar misiles terrestres en respuesta a la salida de EEUU del Tratado INF.

Putin indicó también que, obviamente, a Washington le preocupa la producción de misiles navales y aéreos de alcance medio y más corto en Rusia, al añadir que los lanzados desde buques se utilizaron eficientemente en varias operaciones antiterroristas en Siria.

El pasado octubre, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció que su país abandonaría el pacto con el argumento de que supuestamente Moscú violaba el acuerdo.

A inicios de este mes, el secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, dijo que su país suspendería su adhesión al Tratado INF en el plazo de 60 días a menos que Rusia vuelva a cumplir con sus obligaciones.

Washington y Moscú se han acusado mutuamente en varias ocasiones de desarrollar misiles que infringen el tratado.

El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, sostuvo que Moscú tiene serias dudas sobre la implementación del tratado por parte de EEUU, sobre todo por la instalación de lanzaderas en Europa que pueden disparar misiles cruceros con alcances que violan los términos del tratado.

Presencia de la OTAN cerca de las fronteras rusas

Además, el mandatario ruso declaró que la OTAN aumentó su presencia militar cerca de las fronteras de Rusia en 2018.

“La OTAN continuó aumentando a lo largo de este año su infraestructura militar cerca de nuestras fronteras”, dijo.

Por su parte, el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, confirmó que la OTAN, al igual que EEUU, sigue aumentando su capacidad militar por lo que “se está agravando la situación política y militar en el mundo”.

Durante la cumbre de la OTAN celebrada en julio de 2016 en Varsovia, la Alianza Atlántica aprobó un incremento sin precedentes de su presencia militar en el este de Europa, al decidir emplazar cuatro batallones multinacionales en Estonia, Letonia, Lituania y Polonia, que en la actualidad cuentan con unos 4.800 efectivos en total.

El bloque militar explica su ampliación por la necesidad de defenderse ante supuestas amenazas rusas y contener su presunta política de agresión.

Moscú considera que las acusaciones de la Alianza Atlántica carecen de fundamento real, al no existir acción agresiva alguna por parte de Rusia.

Situación en Siria

Vladímir Putin prometió la ayuda de Rusia en la lucha contra los grupos armados en Siria.

“Quisiera subrayar que la lucha intransigente contra los grupos armados continuará, prestaremos a los sirios toda la ayuda necesaria”, dijo Putin.

El mandatario agregó que los militares rusos cumplen bien las tareas humanitarias y de paz en el país árabe contribuyendo a “la recuperación de Siria como Estado unido, pacífico y estable”.

Además, el presidente recalcó que los misiles crucero Tomahawk, utilizados por EEUU en Siria e Irak tienen una eficacia de empleo del 30%.

“Es verdad que los conocidos Tomahawk ya son antiguos; la eficacia de su empleo en Siria e Irak fue del 30%”, dijo Putin.

Añadió que estos misiles requieren perfeccionamiento.

Por su parte, Serguéi Shoigú, declaró que la Fuerza Aeroespacial rusa está efectuando en Siria entre dos y cuatro vuelos al día, frente a los 100 al día del año pasado.

“Los vuelos de la aviación fueron reducidos de entre 100 y 110 al día a entre dos y cuatro y suelen realizarse con fines de reconocimiento”, dijo.

El ministro aseguró que el número de efectivos desplegados actualmente en Siria corresponde al de la plantilla habitual.

“Concluyó la retirada del principal grupo desplegado en Siria (…) el número de efectivos fue reducido hasta la plantilla habitual, suficiente para cumplir con sus objetivos”, señaló.

Precisó que los equipos retirados no formaban parte del armamento de las bases en Tartus y Hmeymim y recordó que la operación militar rusa en Siria terminó en diciembre de 2017.

También Shoigú subrayó que más de 1,5 millones de refugiados y desplazados ya regresaron a sus hogares en Siria desde el año 2015.

“En total desde 2015, más de 1,5 millones de refugiados y desplazados internos han regresado a los lugares de su residencia anterior”, señaló.

En particular, según el titular ruso, desde el pasado 18 de julio han regresado a Siria 68.230 refugiados

Siria vive desde marzo de 2011 un conflicto en el que las tropas gubernamentales se enfrentan a facciones armadas de la oposición y a grupos terroristas, entre ellos ISIS (autodenominado Estado Islámico) y el Frente al Nusra, ambos prohibidos en varios países, incluyendo Rusia.

Rusia lanzó en septiembre de 2015 una ofensiva aérea en el país árabe a solicitud del presidente sirio, Bashar Asad.

A mediados de marzo de 2016, Rusia procedió a una retirada parcial de su grupo militar de Siria, al dar por cumplida la misión.

A principios de enero de 2017, el Ministerio de Defensa ruso anunció un segundo repliegue del contingente militar emplazado en Siria.

Después de que el 6 de diciembre de 2017 el Estado Mayor General de Rusia anunciara que todos los territorios controlados antes por los terroristas de ISIS en Siria fueron liberados, el presidente Vladímir Putin ordenó el tercer recorte del contingente ruso emplazado en el país árabe.

De momento Rusia mantiene la presencia militar en la base aérea de Hmeymim y en el puerto de Tartus para poder enviar refuerzos en caso necesario.