Parálisis facial; síntomas, tipos y tratamiento

*La parálisis facial no se puede prevenir y tampoco se saben las causas exactas de su aparición

México.- La parálisis facial comienza con un etumecimiento repentino de los músculos de la cara, lo que hace que la mitad del rostro se vea caída. En términos médicos esta afección se conoce como parálisis de Bell.

Esta puede ocurrir a cualquier edad aunque es más frecuente en personas de 15 a 60 años. Hasta el momento se desconocen las causas exactas de su aparición, aunque se cree que pudiera ser el resultado de la inflamación de los músculos que controlan el movimiento del rostro o de una infección, cuando el nervio facial ejerce presión contra el hueso que lo rodea.

Las personas con herpes simple, diabetes, resfriado, gripe, hipertensión arterial, enfermedad de Lyme, mononucleosis, VIH, sarcoidosis y traumatismo craneal son las más propensas a desarrollar la parálisis de Bell.

Existen dos tipos de parálisis facial

Periférica: que es la que afecta directamente al nervio facial  se manifiesta en todos los músculos de la cara en el mismo lado donde se encuentra la lesión (músculos orbiculares, de la boca y mejilla…)

Central. Afecta a las fibras que unen la corteza cerebral con el nervio facial. Se manifiesta en síntomas que afectan a los músculos de la parte inferior de la cara (boca y mejilla) en el lado contrario a donde está la lesión y no suele tener consecuencias sobre el sistema visual.

La parálisis facial en la mayoría de los casos es temporal y el rostro vuelve a su forma tras unas semanas y a una recuperación completa en seis meses, sin embargo es de suma importancia que al sentir parálisis facial acudas a un médico, indica Clinica Mayo.

La parálisis facial puede ser rápida, desarrollarse en unas cuantas horas o en unos cuantos días.

Entre los síntomas de la parálisis facial se encuentran:

  • Dificultad para hacer expresiones simples como cerrar un ojo o sonrreir
  • Babeo
  • dolor alrededor de la mandíbula o detras de la oreja
  • Dolor de cabeza
  • Aumento a la sensibilidad del sonido
  • Disminución de la capacidad para saborear
  • Cambios en la cantidad de lágrimas y saliva producidas.

La parálisis facial no se puede prevenir, pero existen medidas que se pueden tomar que pudieran ayudar a evitarla y quienes lo padecen deben tomar medidas para recuperarse como un buen descanso en casa, comer bien, protegerse del sol especialmente los ojos y mantenerlos hidratados.