La ACNUR denunció que los civiles sobreviven en campamentos fronterizos que presentan condiciones inseguras.
Unas 320 mil personas han sido desplazadas de la región siria de Deraa, objetivo de una intensa campaña gubernamental para recuperarla del control de los rebeldes, según denunció hoy la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
“Estoy muy preocupado por la población civil atrapada en el fuego cruzado en el sudoeste de Siria. Unas 750 mil vidas están en peligro. Más de 320 mil están ahora desplazadas y sobreviven en condiciones horrendas e inseguras”, afirmó el alto comisionado para los Refugiados, Filippo Grandi, citado en un comunicado.
Entre los desplazados hay 60 mil personas acampadas en la frontera con Jordania, por lo que Grandi pidió a las autoridades de este país que abran sus fronteras para acogerlos.
“Las hostilidades en el área fronteriza son de vida o muerte y no dejan otra opción que buscar refugio en Jordania. Elogio a Jordania por haber generosamente protegido a cientos de miles de refugiados sirios desde el principio de la crisis”.
“Pero dado el peligro inmediato, estoy pidiendo que se les otorgue refugio temporal en Jordania a aquellos que necesitan seguridad”, solicitó el alto comisionado.
Grandi también pidió a la “comunidad internacional” que ayude a Jordania “en el espíritu de solidaridad y responsabilidad compartida”
Asimismo, pidió a Israel que abra sus puertas, dado que hay también un número indeterminado de desplazados en los Altos del Golán.
Grandi denunció que no sólo hay niños y ancianos entre los desplazados sino también trabajadores humanitarios que antes asistían a la población local y que también debieron huir.
Finalmente, el comisionado pidió a las partes en conflicto que cesen los combates para que las agencias humanitarias de la ONU puedan distribuir la asistencia necesaria.