Por Sergio Masté Panti
Para muchos en el centro y sur de Quintana Roo, el escenario político no pinta como algunos especulan. Los alcaldes de los cuatro municipios del centro y sur del estado están muy nerviosos. Reciben un trato inigualable de la gobernadora, Mara Lezama Espinosa, pero en fondo intuyen que solo es una pose diplomática de una política “sui géneris”.
En el año 2024 habrá un cambio de administración en los once ayuntamientos de Quintana Roo. Los alcaldes en turno no gozan de “buena salud” electoral. Los números en los sondeos marcan una muy baja aceptación entre los electores y una casi nula aceptación entre la clase política.
La esperanza de que Mary Hernández, alcaldesa del municipio Felipe Carrillo Puerto, hiciera algo diferente en su totalidad a lo de su antecesor José Esquivel, quedó solo en una utopía. Sin contar lo que la gobernadora Mara está haciendo, -y de lo que pretende “colgarse” Mary Hernández-, la alcaldesa de Carrillo ha lucido por su escasa atención social y su nula participación en actividades de la clase política. No atiende a nadie.
Usa las redes sociales para destacar porque una empresa enquistada en el equipo de la gobernadora que gana millones de pesos anuales, les ha vendido la idea, a todos los alcaldes, que con la creación y difusión de páginas ficticias, NO NECESITAN DE LA PRENSA.
Sin embargo, al menos se tiene bien sabido y suena fuerte en los corrillos políticos de Felipe Carrillo Puerto, que Mary Hernández ha instruido a su jefe de prensa, Adán Gelfiz Martínez, contratar a un “loquito con pluma suripantosa” de Chetumal, para que “golpee, golpee y golpee” al síndico municipal y también dirigente de los taxistas, Mario Aguilar, conocido como “Bebo”. Soezmente el “loquito”, le dice “Bobo”, piensa que así lo denosta y desprestigia, usa notas y argumentos chafas, extraídos de la mente arcaica del reportero y jefe de prensa. Le incomoda “Bebo” a la alcaldesa Mary. Pero no son siquiera sutiles. Se muestran en palacio municipal, en oficinas de Comunicación Social y casi gritan su artimañas y complot.
¿Por qué lo quieren “quemar”?, porque piensan que es el enemigo a vencer. Porque saben de “Bebo” y su alta influencia en las huestes Verdes que pueden, de tajo, convertirlo en candidato a presidente municipal en el 2024.
Mary Hernández escogió un mal jefe de prensa porque no sabe operar. Ya lo habían echado de Lázaro Cárdenas. Aunque quizá no es que sea malo el vocero sino que la instrucción fue precisamente así y el solo acató. Con grilla no se gana una elección. Entiéndanlo.