Se cumplen 13 años de que “Wilma” azotó y devastó Quintana Roo, dejando como consecuencia una cuidad destruida y a miles de familias sin hogar.
En 2005, los habitantes de Quintana Roo, vivieron uno de los desastres naturales más grandes de los que se tiene registro en México. Tales destrozos no se habían vuelto a ver desde el huracán “Gilberto” en 1988″.
Además de todo lo destruído que el huracán “Wilma” dejó a su paso por el estado, las familias quintanarroenses fueron víctimas de saqueos en su hogar mientras se protegían en los refugios establecidos para su seguridad.
Los amantes de lo ajeno, también aprovecharon el desastre natural, para robar centros comerciales, minisupers y tiendas de auto servicio.
En cuestión de horas “Wilma” pasó de ser tormenta tropical, a convertirse en un poderoso huracán categoría 5 en la escala Saffir Simpson, que amenazaba parte de la península de Yucatán, con vientos que estaban por encima de los 280 kilómetros por hora.
El huracán “Wilma” dejó daños que llegaban a los 72 millones de dolares, de acuerdo con datos dados por la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
Mucha gente se quedó sin trabajo por meses. “Wilma” destruyó hoteles, muelles, tiró árboles y postes. Muchos autos fueron pérdida total.
Los daños ocasionados a la zona hotelera del estado, provoco que mucha gente se quedara sin empleo tras tener que cerrar, pues no pudieron recuperarse de las consecuencias del fenómeno natural.
Hubo algo que “Wilma” no pudo llevarse: la solidaridad.
Muchas personas, compartían lo poco que les quedó, pues entre vecinos, brindaban agua, comida, cobijas y hasta ropa a quienes se quedaron totalmente sin nada.