Esto es lo que sabemos y lo que no de la denuncia por violación a Cristiano Ronaldo

El 12 de junio de 2009 Kathryn Mayorga, una estadounidense aspirante a modelo de 25 años, entró con una amiga suya a la zona VIP del club Rain en Las Vegas. Allí le presentaron a Cristiano Ronaldo, que dentro de muy poco entraría en el Real Madrid por 96 millones de euros. El futbolista invitó a las chicas a pasar el resto de la noche en una penthouse del hotel Palms Place. Una vez allí, y en una habitación privada mientras los demás invitados estaban fuera disfrutando del jacuzzi, la mujer dice que Ronaldo empezó a presionarla para tener sexo. Según ella, terminó violándola analmente para, al terminar, pedirle perdón y jurarle que normalmente él no es así.

La bomba informativa: que se acuse al mejor jugador de fútbol vivo de haber violado a una mujer años atrás debería ser un hecho noticiable. Sin embargo la historia ha tenido poca repercusión. Sólo la revista alemana Der Spiegel, medio bastante creíble pero elección extraña para destapar un escándalo de este tipo (lo habitual es que noticias así las den The New York Times o The New Yorker), lo ha investigado y publicado en un extenso reportaje firmado a catorce manos. Publicaron una primera versión en abril de 2017 protegiendo la identidad de la víctima, y ahora se han lanzado a poner nombre y rostro a su protagonista. Cada vez más medios están dando la información de Der Spiegel, pero por el momento ninguna otra cabecera ha contrastado por su cuenta la versión de Mayorga.

Según Der Spiegel, han contactado en numerosas ocasiones con el equipo de comunicación de Ronaldo para dar su versión de los hechos, pero estos tildan la historia de Mayorga de ficción propia de una cazafortunas. Reuters ha publicado unas declaraciones de los representantes de Ronaldo donde niegan todo. También dijeron que denunciarían a Der Spiegel por difamación, cosa que aún no han hecho. Reuters ha intentado contrastar la versión de Mayorga, sin éxito.

Despejando las sombras: en el primer párrafo hemos descrito el resumen de la velada que la modelo le contó al periódico germano. Estos son los hechos contrastados por los periodistas: la misma noche del incidente, Kathryn Mayorga acude a la policía para denunciar que había sido violada, aunque no quiso ofrecer la identidad de su agresor, a quién describió como un “atleta” y un hombre “muy importante”. En el análisis médico consta que la paciente “ha sido penetrada en el recto por un pene” y que “la eyaculación ocurrió en las manos del agresor”. Meses más tarde abogados de ambas partes se comprometen a firmar un acuerdo extrajudicial. Ella no podría declarar la identidad de su agresor ni a su propio psicoterapeuta, y él le pagaría 375.000 dólares a través de una cuenta en un paraíso fiscal donde guarda los ingresos de sus patrocinadores.

“No lo hagas”: lo más grave es que, según dicen haber podido constatar los periodistas, el equipo de abogados de Ronaldo cruzó distintos cuestionarios internos con su representado para dilucidar la gravedad de los hechos. En diciembre de 2009 Ronaldo dice a su equipo que el sexo fue de mutuo acuerdo, pero dos meses antes el portugués declaró: “me dijo que no quería, aunque se ponía a mi disposición”. “Ella seguía diciendo ‘no’, ‘no lo hagas’. Luego me disculpé y le dije ‘no soy como los demás’”. Ronaldo también habría afirmado que ella nunca gritó ni pidió auxilio a la gente de la habitación de al lado. Es decir, en una de sus declaraciones Cristiano habría reconocido explícitamente haber abusado sexualmente de ella.

Conexión MeToo: Mayorga y su familia afirman que la mujer ha quedado traumatizada de por vida, con problemas de autoestima y con el constante sufrimiento de ver cómo su presunto asaltante no sólo no es castigado, sino que es adorado por millones de mujeres y hombres. Es por eso que, con un cambio de abogado, está dispuesta a saltarse la cláusula de confidencialidad que firmó. El movimiento MeToo la ha inspirado, y dice que desea saber si hay más mujeres que se hayan visto en la misma situación con CR7. En 2005 el futbolista, entonces del Manchester United, fue detenido e interrogado por otra presunta violación.

Reportajes periodísticos como el de Harvey Weinstein se publicaron con datos por parte de sus víctimas más débiles que las pruebas presentadas por Mayorga. Hace poco más de un mes el caso de Bennet-Argento saltó a la prensa internacional con el mismo esquema de verificación: un documento legal firmado entre ambos para evitar ir a los tribunales por un caso de abuso sexual.

Hay más por llegar: los abogados de la mujer afirman que los términos del acuerdo extrajudicial buscaban impedir una investigación criminal, lo que es ilegal, razón por la que ellos entienden que su acuerdo nunca fue legalmente vinculante y por la que han presentado una demanda civil para declarar nulo el acuerdo de confidencialidad. Es por eso que Mayorga, en teoría, ha difundido su experiencia con Ronaldo sin temor a las represalias. Según Der Spiegel, además, en las últimas semanas la policía ha vuelto a contactar y a interrogar a Mayorga por su denuncia de abuso sexual. Según el código penal de Nevada, “si la policía documentó en el pasado una agresión sexual, ésta no podrá prescribir”.