Estados Unidos y México llegan a acuerdo preliminar de TLC; sólo esperan que Canadá se sume

Estados Unidos y México llegaron a un acuerdo para revisar partes clave del Tratado de Libre Comercio de América del Norte

Llegar a un acuerdo sobre cómo revisar algunas de las partes más polémicas de lo que el presidente Trump siempre ha llamado el peor pacto comercial de la historia le daría a Trump una importante victoria en una guerra comercial que ha comenzado con países de todo el mundo, incluido México, Canadá, la Unión Europea y China.

Aún así, un acuerdo preliminar entre los Estados Unidos y México no podría realmente revisar el Nafta. El acuerdo preliminar aún excluye a Canadá, que también es parte del Nafta, pero ha estado ausente de las conversaciones celebradas en Washington en las últimas semanas. Se centra en las normas que rigen la industria del automóvil y deja de lado otros asuntos polémicos que afectan a los tres países.

El Nafta revisado también necesitaría la aprobación del Congreso antes de que pueda entrar en vigencia, incluidos los votos de los legisladores republicanos que han criticado algunos de los planes del presidente para rehacer el acuerdo.

“Nuestra relación con México se acerca cada hora”, tuiteó el presidente Trump el sábado. “Algunas personas realmente buenas tanto del gobierno nuevo como del antiguo, y todas trabajando en estrecha colaboración … ¡pronto podría haber un gran acuerdo comercial con México!”

Muchos de los cambios más importantes simplemente actualizan el pacto para tener en cuenta el aumento de Internet y la economía digital desde que se negoció el acuerdo. Pero los asesores de Trump también presionaron para que se introduzcan grandes modificaciones en las normas que rigen la fabricación de automóviles, en un esfuerzo por traer más producción de automóviles a los Estados Unidos desde México.

Para poder optar a las tarifas cero en el marco del Nafta, las compañías de automóviles tendrían que fabricar una mayor proporción del valor de un automóvil en América del Norte según las nuevas normas. También se les exigirá que utilicen más acero local, aluminio y autopartes, y que una cierta proporción del automóvil sea fabricada por trabajadores que ganan al menos $ 16 por hora, una gran ayuda para Estados Unidos y Canadá.

Las conversaciones en los últimos días han tropezado con cómo estas reglas se superpondrían con las tarifas automotrices adicionales que el presidente ha amenazado, así como con nuevas medidas que abrirían el sector mexicano de petróleo y gas a compañías extranjeras, disposiciones que son controvertidas dentro de la nueva administración mexicana elegida está listo para tomar posesión de su cargo en diciembre.

Hablando el domingo, Ildefonso Guajardo, el secretario de economía mexicano, dijo que Jesús Seade, el negociador jefe designado del presidente electo mexicano, Andrés Manuel López Obrador, había elaborado un acuerdo sobre energía con sus homólogos estadounidenses en los últimos días.

Tanto los mexicanos como los estadounidenses han estado ansiosos por llegar a un acuerdo revisado del Nafta para finales de agosto, una fecha que le daría a la administración de Trump tiempo suficiente para notificar al Congreso que se había finalizado un trato y aún así firmarlo el saliente Administración mexicana de Enrique Peña Nieto. Ese objetivo ahora parece dudoso, dada la reciente ausencia de Canadá en la mesa de negociaciones.