Embarazo infantil es consecuencia de la violencia sexual, advierten

La organización Ipas México alertó que los altos números de embarazo en niñas menores de 15 años en el país son consecuencia de la violencia de género, y específicamente, la violencia sexual ejercida en su contra.

De acuerdo con los datos que la organización recabó del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en México los nacimientos en niñas de entre 10 y 14 años se han incrementado progresivamente desde 2003, hasta registrar su cifra más alta en 2016 con 11 mil 808 casos.

Para 2017, los embarazos en este grupo de edad disminuyeron a 9 mil 463 casos registrados pero no es suficiente “porque deberíamos de estar hablando de un número muchísimo más bajo”, refirió Fernanda Díaz de León Ballesteros, coordinadora de política y abogacía de Ipas México.

En conferencia de prensa, informaron que en caso del Estado de México, en 2017 ocupó el tercer lugar a nivel nacional con 763 embarazos en niñas de 10 a 14 años, solo enseguida de Jalisco y Chiapas con 793 y 781 casos respectivamente. Ecatepec, Naucalpan, Chimalhuacán y Chalco fueron lo municipios con más registro de estos embarazos.

Unos de los datos más alarmantes es la diferencia de edad entre las niñas y los hombres responsables del embarazo porque refleja que “no se trata de menores teniendo relaciones sexuales con sus pares, son niñas que están siendo forzadas, coercionadas o manipuladas por adultos mediante el uso de la fuerza física o moral”, sentenció Díaz de León.

Tan es así que, de acuerdo con los datos presentados, en el Estado de México en 2017, el 41% de las niñas de entre 10 y 14 años reportaron que el hombre responsables tenía entre 18 y 54 años. El 21% refirió que el padre tenía entre 15 y 17 años, y únicamente el 2% de los casos dijo que la pareja era menor de 15 años.

El restante 35% de los casos no especificó la edad pero de acuerdo con Fernanda Díaz de León, “la razón por la que no consigna la edad de la pareja o responsables es porque ese embarazo fue consecuencia de una violencia, porque no se quiere dejar ningún rastro de la persona”.

Ipas México señaló que un gran número de estos embarazos no son resultado de decisiones o “actos deliberados” donde las menores tiene la capacidad de elegir o no tener relaciones, lo que provoca “una completa violación a los derechos humanos, a su integridad y a su desarrollo”.

“Lo que se necesita es un atención integral, ver a las niñas como sujetas de derechos, no como cosas u objetos, que no tiene capacidad de elegir. Se necesitan servicios de salud eficaces, promoción de esta salus sexual y, registro, investigación y evaluación del problema”, finalizó la coordinadora de Ipas México