Diego Alonso renace con Monterrey: las cinco claves de su venganza ante Cruz Azul

“No tuvimos carácter ni personalidad. Felicité a Diego por ganar este primer asalto”. Esas palabras las pronunció Pedro Caixinha, DT de Cruz Azul, todo un caballero del fútbol reconociendo la derrota (1-0) ante Monterrey en la ida de las semifinales de la Liguilla del Apertura 2018.Lo cierto es que Diego Alonso, DT de Rayados, le dio una lección táctica a su homólogo de La Máquina. El uruguayo necesitaba una noche como esta, tan cuestionado recientemente, para ilusionar a una hinchada que vuelve a creer en su equipo. Olvidadas las dos derrotas contra Cruz Azul, una en el Apertura y la otra, más dolorosa, en la final de Copa MX en el mismo escenario del Estadio BBVA Bancomer. Así fue la venganza de Diego Alonso en seis claves.

1. Agresividad en el juego
Los Rayados fueron muy intensos durante los 90 minutos. Así marcaron a los 4 minutos por mediación de Pizarro. Dos datos explican esa agresividad en el juego: 11/13 entradas ganadas lo que supone un 85%, por sólo el 56% de Cruz Azul. Además, y tuvieron 12 intercepciones por 8 de los celestes.

2. El juego por bandas
Aldrete y Madueña, los dos laterales de Cruz Azul, no olvidarán tan fácil este partido por lo que sufrieron durante todo el encuentro. “Fuimos superiores en la mitad del campo, los laterales subieron, atacaron, buscaremos hacer lo mismo en el Azteca, ser competitivos”, reconoció el estratega de Monterrey. Los Rayados fueron siempre superiores, dieron profundidad y alargaron el campo.

3. Libertad para Rodolfo Pizarro
Por actuaciones como la que tuvo ante Cruz Azul hacen que Pizarro sea uno de los mejores mexicanos en la Liga MX. El ex de Chivas marcó un gran gol de fantástico cabezazo, tuvo un 80% de pases precisos y se movió por todo el campo con bastante libertadad. Su DT le puso de mediapunta y ahí se vio su mejor versión.

4. Presión sin posesión
Rayados no quiso la posesión (42%-58%), pero no le hizo falta tener la pelota para plasmar su dominio. Gracias a una presión asfixiante obligó a Cruz Azul a abusar del balón en largo (un total de 86 por 55 de Monterrey). Monterrey robó fácil porque estuvieron mejor posicionados con y sin balón.

5. Una buena defensa que anuló al ataque rival
Los locales defendieron bien, pero no sólo los cuatro de atrás, sino que todos desde los delanteros hasta los mediocentros. Eso hizo que ninguno de los atacantes de La Máquina, que tanto peligro crean siempre, apareciesen cerca del área. Sólo un cabezazo de Elías fue de lo más destacado. No fue el mejor partido de los Edgar Méndez, Roberto Alvarado o Cauteruccio. Y eso lo notó Cruz Azul para conseguir un mejor resultado.