Cómo proteger a sus hijos para que no se ahoguen

*Para ayudar a proteger a los niños en y cerca del agua, la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics, AAP) actualizó sus recomendaciones sobre la seguridad en el agua

El ahogamiento puede ser rápido y silencioso, lo que lo convierte en una importancia causa de muerte accidental entre los niños.

Recomendaciones para que su hijo no se ahogue en el agua

El ahogamiento es la tercera causa principal de muerte accidental relacionada con las lesiones en los niños y adolescentes de 5 a 19 años de edad. Casi 1,000 niños de Estados Unidos se ahogaron en 2017, y 8,700 fueron atendidos en los departamentos de emergencia de los hospitales tras un evento de ahogamiento, según la AAP.

Los niños pequeños y los adolescentes tienen el mayor riesgo.

“El ahogamiento es la causa particular principal de muerte relacionada con lesiones entre los niños de 1 a 4 años de edad”, comentó la Dra. Sarah Denny, autora principal de la declaración de política actualizada.

“Muchas de esas muertes ocurren cuando no se prevé que los niños estén nadando, o cuando tienen un acceso imprevisto al agua. Los niños pequeños tienen una curiosidad natural; por eso debemos implementar otras estrategias, como cercar las piscinas y poner candados en las puertas”, añadió en un comunicado de prensa de la AAP.

Pero los niños pequeños no son los únicos que tienen un riesgo alto. Casi 370 jóvenes de 10 a 19 años de edad se ahogan cada año en Estados Unidos.

“Los adolescentes pueden confiar demasiado en sus habilidades de natación, y es más probable que combinen el uso de alcohol con nadar, lo que agrava su riesgo de forma significativa. Los niños de color, en particular los adolescentes afroamericanos, están especialmente en riesgo”, advirtió Denny.

Formas de proteger a los niños de todas las edades del ahogamiento

Hacer que los niños aprendan a nadar es una de sus recomendaciones.

Según lo coautora de la declaración, la Dra. Linda Quan, “la investigación ha encontrado que las lecciones de natación son beneficiosas para los niños, a partir más o menos de un año de edad, y podrían reducir las tasas de ahogamientos”. 

Quan sugirió que “las familias pueden hablar con el pediatra sobre si su hijo está listo, desde el punto de vista del desarrollo, para las lecciones de natación, y entonces buscar un programa que cuente con instructores experimentados y bien entrenados. Idealmente, los programas también deben enseñar la ’competencia en el agua’, que es la capacidad de salir del agua si el niño acaba en el agua de forma inesperada”. 

Pero aprender a nadar no puede hacer que su hijo sea “a prueba de ahogamiento”, de forma que los padres también deben tomar otras medidas de prevención.

Accidentes en Piscinas

En las casas con piscina, el paso de seguridad más importante es poner una valla que rodee a la piscina del todo y que la aísle de la casa, aconseja la AAP.

Cuando estén supervisando a los niños mientras nadan, los adultos siempre deben prestar atención y evitar cualquier distracción. Cuando los bebés o los niños pequeños estén en o cerca del agua, un adulto que sepa nadar debe estar a una distancia de un brazo, proveyendo una “supervisión de contacto” constante.

Y nunca deje a los niños pequeños solos en el baño, aconsejan los expertos. El uso de cierres de inodoros puede prevenir el ahogamiento de los niños pequeños. Nunca deje a un niño solo o al cuidado de otro niño mientras esté en o cerca de una tina, piscina, jacuzzi u otras aguas abiertas.

Además, siempre vacíe el agua de los cubos y otros recipientes inmediatamente tras usarlos.

Los padres y cuidadores nunca deben dejar a los niños solos o al cuidado de otro niño mientras estén en o cerca de bañeras, piscinas, spas u otras aguas abiertas.

Los adultos deben vaciar el agua de los cubos y otros recipientes inmediatamente después de su uso.

No deje a los niños pequeños solos en el baño. Las cerraduras de los baños pueden evitar que los niños pequeños se ahoguen.

Cuando los bebés o niños pequeños están dentro o cerca del agua, un adulto supervisor con habilidades para nadar debe estar a la distancia de un brazo, proporcionando una “supervisión táctil” constante.

Incluso con niños mayores y mejores nadadores, el adulto supervisor debe concentrarse en el niño y no participar en otras actividades que lo distraigan.