Hoy se celebra el día de la Candelaria, como cada año, donde se acostumbra a pagar los tamales, las personas que les salió el Niño Dios, en la tradicional Rosca de Reyes del pasado 6 de enero, esto como una tradición de los fieles católicos.
“Como cada año, el 2 de febrero, a quienes le salió el “niñito” en la Rosca de Reyes el 6 de enero, pagan los tamales, ya que tienen el honor de ser “padrinos” y que, en su caso, donde hay la costumbre, les toca levantar al Niño Dios del nacimiento”, mencionó Martín Salgado Servín, vocero de la Diócesis.
También, comentó que en este día se celebra litúrgicamente en las iglesias la Candelaria, que consiste en que los que van a misa, entran con su candela o vela encendida (de allí el nombre de candelaria) a la iglesia y el sacerdote la bendice, ya que se celebra que María y José llevan a presentar al Niño (Jesús) y el sacerdote Simeón les dice que ese Niño será “Luz para todos los pueblos” (Lucas 2, 22-40).
Cabe mencionar que lo más conocido y celebrado popularmente es la fiesta de los tamales, porque se reúnen a festejar en todos los ambientes; la familia, amigos, compañeros de trabajo, entre otros. “Lo importante es que no perdamos nuestras tradiciones mexicanas” mencionó Salgado Servín.
Agregó que esta costumbre tiene raíces prehispánicas donde se reunían a ofrecer sus maíces a sus dioses en el primer día del año azteca.
La Iglesia Católica, en su evangelización de los pueblos, siempre ha aprovechado los elementos culturales que se tienen para culturizarse en ellos, y desde allí hacer una combinación armónica de ambas culturas.
Es por eso que este 2 de febrero, además de celebrar en la liturgia la bendición de las candelas o velas, también se habrá de reunir muchas personas a saborear los insustituibles tamales de colorado, de verde y hasta de azúcar, acompañados con un champurrado o café.
Tocante a las celebraciones litúrgicas, las iglesias van a celebrar sus misas en los horarios de costumbre. “No es un día de precepto, como los domingos o días festivos; sin embargo, muchas personas sí gustan de ir a misa, a lo que se recomienda llevar una vela, no importa el tamaño ni el grosor de la vela, y sobre todo llegar antes para aprovechar este momento de la bendición”, finalizó el padre Salgado Servín.
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