Por José Pinto Casarrubias
Cancún es, sin duda, el destino turístico más importante de México y sigue siendo la “gallina de los huevos de oro” de Quintana Roo y de todo el país; sin embargo, de dos años a la fecha, la inseguridad, pero sobre todo la delincuencia organizada, han marcado al destino de manera muy negativa.
Recordemos que luego de una ola de críticas en contra del hoy ex fiscal general de Quintana Roo Miguel Ángel Pech Cen, donde muchas voces pidieron su cabeza, al final de cuentas sucedió; sin embargo, se le quiso hacer ver como el principal responsable de no poder frenar la grave ola de violencia que se vive en la zona norte del estado, principalmente en Cancún, pero están dejando de lado un tema fundamental.
El combate a la delincuencia –que es lo que se disparó en Quintana Roo de manera grosera– es competencia principalmente de la Procuraduría General de la República (PGR), de la Policía Federal y de la Gendarmería Nacional, dependencias que no sólo no han hecho nada para menguar el daño que el crimen organizado ha ocasionado en los principales destinos del estado, sino que han sido omisas y han dejado a la Fiscalía General de Quintana Roo (FGE) literalmente a su suerte.
La fiscalía recibió muy poco o casi nulo apoyo de las dependencias federales que han estado en Cancún desde hace varios meses, sin que se note su presencia, o al menos eso dicen las estadísticas, resultados bastante pobres.
Todas las autoridades han fallado en el combate a la delincuencia y la FGE no puede ni podrá dar buenos resultados si la dejan sola.
El presidente electo de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO) sabe perfectamente la grave y tensa situación que se vive en Quintana Roo y entiende la importancia de mantener los destinos atractivos para el turismo, pero sabe que la violencia no lo permite.
Con la renuncia o la destitución del fiscal no se logró que las ejecuciones cesaran, tampoco ha servido de mucho el arribo de 3 mil elementos militares. Apenas a unas horas de que entrara en operaciones el Mando Único en Cancún, se registró la primera ejecución en la Supermanzana 250, más tarde, un enfrentamiento a balazos entre policías y presuntos sicarios se registró durante la madrugada del miércoles en las regiones 219 y 253, con un saldo preliminar de cinco detenidos y un policía lesionado.
El arribo de los más de tres mil elementos que conforman la X Brigada de la Policía Militar parecía un importante paso para regresar la tranquilidad y seguridad a los habitantes, principalmente de Cancún, pero no ha habido grandes resultados, pues lo más importante es la coordinación que logre tener esta Brigada Militar con las autoridades policiacas de todos los niveles de gobierno, situación que no se ha logrado, por ejemplo, con la Base de Operaciones Mixtas (BOM) que han estado “trabajando” durante años en el estado –principalmente en Cancún– con resultados bastante mediocres.
Si bien las expectativas son altas, los resultados en los trabajos de la brigada militar no serán inmediatos, no obstante, tanto ciudadanos como líderes de las diferentes cúpulas empresariales del destino ven con buenos ojos la presencia de la policía militar y confían en que será trascendental para la seguridad del destino más importante del país, que junto con Los Cabos, son los lugares que más divisas dejan al país en materia de turismo.
Y si ya de por sí, los problemas de inseguridad cada vez son mayores en la ciudad, el proceso contra policías que se amotinaron contra Jesús Pérez Abarca, Secretario Municipal de Seguridad Pública continúa, al tiempo que Alberto Capella Ibarra, Secretario Estatal de Seguridad Pública ha dicho que los trabajos en coordinación con los tres niveles de gobierno se enfocan en mejorar la seguridad en la entidad y dijo que el tema de corrupción policial ya se investiga para saber qué elementos están en la nómina del crimen organizado. Por lo pronto, se oficializó la designación de Luis Fernando Pérez Solís como encargado de Despacho en la Policía Preventiva de Cancún.
No hay ninguna duda de que la seguridad y la paz de Quintana Roo es un serio anhelo tanto de autoridades como de los ciudadanos, por ello la importancia de un trabajo coordinado entre los actores de los tres niveles de gobierno en conjunto con organizaciones civiles y la misma sociedad, pues sólo de esta forma se podrá garantizar esa tranquilidad que nos ha sido arrebatada por la delincuencia. Expertos en materia de seguridad coinciden en que aún se está a tiempo de librar un futuro similar al de estados como Guerrero o Michoacán, donde la violencia se les fue de las manos.
Es momento de cerrar filas y trabajar de la mano con las autoridades si es que de verdad queremos rescatar a los destinos turísticos de Quintana Roo de los largos tentáculos de la delincuencia.