*El conjunto europeo se impuso por marcador de 2-1 ante el cuadro sudamericano, resultado con el que avanza a la semifinal del certamen mundialista
Brasil salió desde el principio con la mentalidad de anotar lo antes posible y así lastimar a su rival, pero las circunstancias no fueron como se esperaba; ya que los que salieron sorprendidos fueron ellos, pues durante los primeros 45 minutos Bélgica anotó dos goles en la Arena Kazan e irse a los vestidores del entre tiempo con la pizarra a favor por 0-2.
El primero fue un descuido defensivo. Desde la esquina de la zona de Brasil, el conjunto europeo se puso por arriba al mandar el centro al corazón del área, pero la mala suerte de Fernandinho hizo que el balón le rebotar, entrara a las redes y se cantara al primera diana.
El segundo fue una verdadera obra de arte. El balón era parte del cuadro sudamericano, pero al perderlo a tres cuartos de cancha, Romelu Lukaku hizo un recorrido de 40 metros para dársela a Kevin De Bruyne que se encontraba mejor posicionado, y quien metió una bala en la portería del guardameta de la Roma, para así encontrar la segunda diana a los últimos cinco minutos de la primera parte.
Para la segunda mitad, la Selección de Brasil se fue al frente y fue por el costado izquierdo donde Marcelo tuvo más oportunidades de romper la defensa belga, pero la falta de contundencia evito que en esos momentos la ronda ingresara en la guarida de Thibaut Courtois.
Los cambios hechos por Tite en los primeros instantes de la segunda parte hicieron que Brasil tuvieran más posesión de la pelota, distribución de la misma y ganas de romper el cero, comenzaron a verse reflejados en el duelo, pues el portero Courtois se hizo presente en más notas seguidas.
El descuento fue al minuto 75. Una extraordinaria genialidad de Coutinho fue cerrada con un cabezazo por parte de Fernando Augusto, quien no desaprovechó el pase del elemento del Barcelona para rematar y darle vida a Brasil cuando parecía tener controlada la pelota el equipo del viejo continente.
El momento futbolístico lo tenía el cinco veces campeón del mundo, pero tenían en contra el reloj, pues en tan solo cinco minutos de que terminara el duelo, Neymar y Coutinho comenzaron a perdonar el arco rival en par de ocasiones claras, puesto que los sudamericanos tenían la posesión y todo a favor, pero sus atacantes no estaban conectados al encuentro.
Los últimos minutos fueron de ida y vuelta, para que Edén Hazar, capitán de Bélgica, hiciera de las suyas y enfriara, en varias ocasiones, el balón, para así culminar los instantes que agregó el árbitro, donde Couthois volvió a ser figura en el coloso de Rusia.