Asesor de AMLO busca calmar nerviosismo en los mercados antes de elecciones

*Alfonso Romo, asesor económico de López Obrador, dijo que el candidato presidencial buscará fortalecer el peso aumentando la confianza de los inversores.

De ganar la Presidencia, Andrés Manuel López Obrador, buscaría la apreciación del peso, que consideró está subvaluado, pero mediante la creación de condiciones de confianza y promoción de inversiones y no con una intervención en el mercado cambiario, dijo este lunes Alfonso Romo, uno de sus asesores económicos.

En lo que va del sexenio de Enrique Peña Nieto, el tipo de cambio del peso respecto al dólar se ha depreciado un 54.51 por ciento. (El dólar interbancario cerró este lunes en 19.93 unidades).

La moneda se hundió este mes a niveles mínimos desde enero de 2017 golpeada por la fortaleza del dólar y en medio de un estancamiento en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y la incertidumbre sobre las elecciones.

Romo, nominado por López Obrador para ser su jefe de gabinete, dijo que un Gobierno del político izquierdista buscaría fortalecer el Estado de derecho y crear condiciones comerciales que den confianza a los inversores para respaldar a la moneda local y, como otros asesores, aseguró que se respetaría la autonomía del Banco de México (Banxico).

López Obrador, de 64 años, ha prometido que limpiará al país de la corrupción y algunas de sus propuestas, como la suspensión de las licitaciones de contratos petroleros, han desconcertado a los inversores.

Romo intentó calmar cualquier nerviosismo este lunes, diciendo que podría haber más subastas petroleras siempre que una revisión de los contratos que ya han sido adjudicados a compañías privadas no haya mostrado algún problema.

“Ahorita nosotros estamos diciendo vamos a revisar y todo lo bueno se queda. Todo lo bueno se queda y adelante. Se lo ha dicho a muchos inversionistas (en Nueva York)”, sostuvo.

Calculó que esa revisión debería estar lista para octubre durante el período de transición antes de que el próximo presidente de México asuma el cargo en diciembre. Pero admitió que se sentía “tranquilo” con lo que había revisado hasta ahora respecto a la apertura energética bajo el actual Gobierno.