Aprueban su donación de sangre y luego la rechazan por ser lesbiana

CIUDAD DE MÉXICO.- Una joven había acudido al IMSS en Oaxaca de Juárez para realizar donación de sangre, obteniendo buenos resultados en su análisis previo a la donación. No obstante, cuando le comentó a la doctora su preferencia sexual, orientada a personas del mismo sexo, fue rechazada.
De acuerdo al portal sinembargo.mx, “no me permitieron donar sangre en el IMSS porque soy lesbiana. Estoy tan furiosa y me siento tan impotente, que no sé qué más decir”, relató por medio de redes sociales la joven Carolina Hernández Tamez.
Lo anterior, según expertos y la misma joven, es producto de la ignorancia, prejuicios, y la homofobia y lesbofobia.
Basándose en la Norma Oficial Mexicana NOM-253-SSA1-2012, que indica que “a los candidatos a donadores se les toman muestras de sangre con la finalidad de conocer si son aptos para donar”, le aplicaron este procedimiento a Carolina para analizar la limpieza de su sangre.
“Unos minutos después, me hicieron pasar a un consultorio médico, junto al banco de sangre, donde me atendió la doctora Itzel Morales Sánchez. Ella me informó que los resultados de la sangre eran idóneos para que fuera donadora. Sólo faltaba una valoración médica y un cuestionario sencillo”, narró.
La doctora, comenzó a hacer las preguntas de rutina, como el número de parejas sexuales que la joven había tenido, y al contestar que era lesbiana, cesó el cuestionario y le informó que no podía donar sangre debido a su preferencia sexual.
“La doctora me dijo que las lesbianas, los homosexuales y los gays corren más riesgos de contraer VIH y todas las enfermedades de transmisión sexual. Que donar sangre era como donar órganos y pues no podíamos donar cosas que no estuvieran en buen estado… Que nosotros no estábamos aptos para realizar esta donación. Dijo que había normas nacionales e internacionales, pero no mencionó ninguna”, expuso Carolina.
En contraste, el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) emitió un comunicado en el que mencionaba que este tipo de procedimientos se llevaban a cabo “bajo criterios médicos, sin tomar en cuenta condiciones de género, grupo étnico, creencias religiosas, políticas o preferencias sexuales’’.
Todo lo mencionado derivó en una serie de debates, mayormente a favor de la joven, puesto que en numerosas normas y análisis de expertos, se ha establecido que no se debe excluir a ningún grupo de la donación por la posibilidad de no ser donadores positivos, sino que se tienen que someter a las pruebas y en caso de poder hacerlo, aceptarlos.
Asimismo se concluyó que el actuar de la doctora fue meramente un acto lesbofóbico, ya que como médico debe conocer los estatutos que confirman lo anterior citado.
El caso de Carolina es sólo uno de los muchos que existen en México, pues de acuerdo a una investigación de la agrupación El Clóset de Sor Juana, “Veinticuatro de las 180 encuestadas (mujeres lesbianas y bisexuales) señalaron que les han impedido donar sangre por su orientación sexual’’.
De igual modo “Se preguntó a las encuestadas si al acudir a servicios ginecológicos, habían vivido algunos eventos discriminatorios en relación a su orientación sexual: 32.5 por ciento de las participantes ha vivido malos tratos, 48.5 por ciento ha recibido información insuficiente, 47.2 por ciento información errónea, 11.1 por ciento indicó que se la han negado servicios de salud ginecológica y 25.1 por ciento señaló que han omitido su identidad sexual una vez que ellas la expresaran abiertamente’’, arrojaron los resultados de la investigación.