Anaya, Meade, Peña: voto útil sí

Durante todo el fin de semana y ayer lunes, varios medios de comunicación, analistas y sobre todo en las redes sociales, se ha estado hablando de una posible declinación del candidato a la Presidencia de la coalición Todos Por México, José Antonio Meade Kuribreña.

Y aunque el exsecretario de Hacienda, se encuentra muy debajo del puntero, Andrés Manuel López Obrador, aspirante de Juntos Haremos Historia, en casi todas las encuestas, este sería el peor error que podría cometer el PRI como partido.

Es por ello que el candidato de la coalición PAN-PRD-MC, Ricardo Anaya, negó inmediatamente tener intenciones de pactar con Enrique Peña Nieto y el PRI, aunque sí reiteró su llamado al “voto útil”; sin embargo, aseguró que no cree en los pactos cupulares, porque “no tienen ninguna utilidad”.

Ricardo Anaya se desdijo de lo que expresó en privado a banqueros del Grupo Citibanamex, en el sentido de estar dispuesto a dialogar con Enrique Peña Nieto para vencer a Andrés Manuel López Obrador, y aseguró que se refirió a llamar al “voto útil”.

No la tienen en este caso, sobre todo, porque desde antes de las campañas estas dos fuerzas políticas entraron en una pelea a morir, que derivo en situaciones tan graves y extrañas como la divulgación de un video por parte de la PGR, en donde se observa al candidato panista supuestamente insultando a las autoridades.

Poco después salieron a defenderlo varios de sus aliados e incluso un tribunal falló a su favor, al señalar que el gobierno mexicano incidió en las elecciones y ejerció recursos públicos para desprestigiar a un candidato, entonces por simple ética y dignidad, un pacto entre el PRI y el PAN, debería ser simplemente innegable.

Además, una alianza de este tipo les traería menos votos de los que les abonaría, es decir, los panistas y priistas de cepa, es decir el voto duro, se sentiría traicionado por esta alianza antinatural, como les gusta llamarlas, entonces es probable que los votos blanquiazules se trasladarían a la independiente Margarita Zavala, y los tricolores podrían ir a parar, incluso a Morena.

Pero sobre todo lo que habría sería abstencionismo.

Es verdad que los dos candidatos que ahora se disputan el segundo y tercer lugar, deben inmediatamente pensar en cambiar la estrategia, quizá marcar una separación definitiva de algunos personajes o cambiar totalmente el mensaje del discurso.

Ya sólo quedan dos meses para el día de la elección, no basta con guerras sucias, que como se está quedando en evidencia, en esta ocasión podrían resultar contraproducentes.